¡Buenos días a todos
y todas!
Les traigo el
siguiente relato del camino del escritor.
Como seguramente habréis
oído, el procedimiento de formación y nacimiento de una obra literaria, no es
moco de pavo, se necesita mucho tiempo y dedicación para completar algo, que
con toda probabilidad, no acabará surgiendo como uno creía. Lo cierto, es que
yo también lo pensaba así, almenos en los primeros momentos.
Decía en el anterior
relato, que ya había empezado a escribir “algo” y que ese “algo” había pasado
de las 40 páginas, pues bien, ¡Resulta que al final alcanzó las 310 páginas!,
no cabía duda, había escrito una voluminosa obra literaria, (otro día
hablaremos del tiempo requerido).